Diseño Organizacional
Muchos líderes creen que cualquier proyecto es aplicables a una organización, negando dos elementos críticos del diseño organizacional: CULTURA y PROPÓSITO
Por PEDRO SOLÓRZANO
Muchas empresas caen en la trampa de realizar muchos cambios menores en su estructura organizativa, solo para descubrir que sus esfuerzos brindan beneficios mínimos.Lo que se requiere son cambios mucho más efectivos, que solo ocurren cuando los objetivos de diseño organizacional están claramente definidos. Por ejemplo, en la investigación de nuevas estrategias o fuerzas del mercado que requieren un enfoque determinado en la organización de los recursos.
El diseño organizativo implica la remodelación de la estructura organizativa y los roles, y puede ser más efectivo cuando se define la alineación de la estructura, el procesamiento, las recompensas y el talento dentro de la estrategia empresarial. El diseño organizativo más robusto se basa en un enfoque sistémico, en el que la orientación de los cuatro elementos principales del diseño del proyecto son (1) remodelar el comportamiento de la organización (2) visualizar el panorama general, (3) construir la estrategia y (4) Probar escenarios futuros para que la empresa sea sostenible.
Aquellas organizaciones que buscan nuevas oportunidades para responder a las necesidades de sus clientes en todo el mundo deben conocer los beneficios que brindan los buenos proyectos de diseño organizacional, incluido el impacto positivo que tiene en los objetivos de la organización. Es importante que los objetivos de diseño de la organización hayan sido realizados por las personas responsables del éxito de la organización.
«También es muy importante comprender completamente el diseño organizacional. ¿Por qué importa en la era digital? »
Por los numerosos beneficios que proporciona y la manera en que la alta dirección podrá desarrollar una organización ágil y adaptable para satisfacer las necesidades de sus clientes.
Durante años, los líderes asumieron que había un compromiso inevitable entre la efectividad y la agilidad, y que el diseño organizativo adecuado para cada uno de ellos era diferente. Muchos líderes aún creen que todos los proyectos son aplicables a cada organización, en negación de los dos elementos críticos del diseño organizativo, que son CULTURA y PROPÓSITO.
El diseño organizacional puede considerarse como un subconjunto de un campo organizativo más amplio de la efectividad dentro la empresa, y ambos pueden implicar soluciones de eficiencia más centradas en el comportamiento, como comportamiento de liderazgo, eficacia del trabajo en equipo y otras cualidades personales.
Un enfoque común para mejorar la flexibilidad de la organización es capacitar a los empleados para que tomen decisiones más informadas para ayudar a eliminar capas de complejidades que hacen que la empresa sea más lenta. Para poder hacer frente, las organizaciones deben mantener la flexibilidad en los procesos y sistemas más importantes para sostener la libertad, la cooperación, la responsabilidad y la rápida toma de decisiones.


Se producen cambios adicionales importantes cuando existen objetivos diseñados claramente y cuando las sucesivas fases del diseño organizacional incluyen los procesos operacionales del proyecto, roles, acciones y sistemas de recompensa, además del reclutamiento y la implementación de otras tareas.
Las principales fuerzas de la transformación digital, como las tecnologías móviles, los clientes, la competencia, el aprendizaje conjunto, el valor, la innovación y el Big Data, forman la manera en que operamos, lo que empuja a la estrategia de gestión del talento hacia centro del éxito organizativo. Muchos expertos en organización argumentan que incorporan un enfoque muy práctico a dichos temas, incluida la práctica de administrar talento de manera efectiva.
Implicaciones para la administración: la adaptación de las personas y las estructuras en las que trabajan cooperando con los gerentes que diseñan, desarrollan y mejoran las organizaciones debe tener un control sobre los conceptos fundamentales de la anatomía y el proceso organizativo. La estructura de la organización determina cómo se delegan, supervisan y coordinan los roles, las responsabilidades y la autoridad, y cómo fluyen los datos entre los distintos niveles de la organización.
El diseño organizacional permite a las empresas incorporar de manera más efectiva su proceso humano y su estructura en la estrategia de marketing. Equipos de personal especializado han desarrollado tareas como la planificación a largo plazo, la investigación organizativa y el diseño de sistemas. Los principios generales incluyen maximizar el talento y la competencia de los empleados, promover la responsabilidad y concentrarse en lo que son capaces de gestionar.
Sin embargo, como los gerentes son en última instancia responsables de los esfuerzos de la organización, deben dar un paso adelante para asegurarse que se materialice la creación de sistemas útiles para llevar a cabo el trabajo del proyecto, y esto no es solo una cualidad individual. Los gerentes operativos deben comprender igualmente los requisitos de la toma de decisiones en la organización y la información vital para mantener el sistema.
Las empresas a menudo tienen que pasar por una fase de reevaluación en la que cada posición o incluso departamentos completos se trasladan al organigrama en un esfuerzo por maximizar el uso de los recursos humanos de la empresa y hacer que la operación sea más eficiente.
El diseño organizativo puede asumir un proceso formal o informal que involucre a individuos, información y tecnología para formar una organización que cumpla con sus objetivos.
Al alinear la estrategia con las claves más importantes de los principios de diseño organizativo, maximizará sus posibilidades de éxito duradero.
Pedro es asesor para líderes empresariales.
Cooperando con ellos mediante la evaluación de problemas organizativos, el desarrollo de relaciones y la gestión de habilidades desde la estrategia hasta programas integrales de transformación y reorganización de la compañía para convertirse en un modelo más sostenible, capaz de manejar cualquier nuevo reto del mercado.