Tus 6 Sombreros para pensar

De Bono distingue entre  pensamiento creativo y pensamiento reactivo . El pensamiento reactivo, en el que considera que se basa la mayor parte de la tradición del pensamiento occidental, y consiste en el diálogo y en la argumentación dialéctica y cuya utilidad consiste en saber reaccionar ante un interlocutor, pero no para genera propuestas.

El pensamiento creativo  se centra en cambio en producir propuestas, establecer objetivos, evaluar prioridades y generar alternativas.

De Bono afirma  que se puede aprender a aplicar el pensamiento creativo lo mismo que se aprende cualquier habilidad. Para conseguirlo hay que racionalizar la confusión que caracteriza al pensamiento, en que la creatividad, la lógica, la información o la esperanza se solapan y nos agobian. De alguna manera los sombreros racionalizan y secuencian esta confusión. También establecen una intencionalidad de pensar, y de acuerdo con De Bono, es esa intención, unida a los movimientos que realicemos para alcanzarla la que convertirán una idea en realidad.

De acuerdo con el autor, son la intención y los movimientos para llegar a algo lo que convierte una idea en realidad. La intención de pensar nos convierte a cada uno de nosotros en pensadores. De lo que se trata es de racionalizar el proceso para conseguir alcanzar el objetivo.

Aprender a pensar  es una de las asignaturas pendientes en nuestro sistema escolar. Edward de Bono nos propone es métodos que nos permitan enseñar a pensar de manera más eficaz. Desarrollar el pensamiento creativo a través de los seis sombreros es bueno porque los sombreros nos permiten:

  • Representar un papel:  Mientras alguien en un grupo «se pone un sombrero» esta representando un papel, y por lo tanto está de alguna forma liberándose de las defensas del ego, que son responsables de los errores prácticos del pensar.
  • Dirigir la atención:  «Ponerse un sombrero» implica dirigir la atención de forma consciente hacia una forma de pensar, lo cual da a cualquier asunto seis aspectos diferentes.
  • Crear flexibilidad:  Al pedir a alguien, incluso a uno mismo, que se ponga un sombrero, se le esta pidiendo que cambie de modo, que deje de ser negativo o se lee está dando permiso para ser puramente emocional
  • Establecer las reglas del juego:  Los seis sombreros establecen unas ciertas reglas para el «juego» de pensar y particularmente para la forma del pensamiento que se ocupa de trazar mapas como opuesto – o distinto- al de discutir
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6 sombreros para pensar

 

LOS SOMBREROS

SOMBRERO BLANCO:

Funciona a dos niveles que permiten distinguir entre hechos verificados y probados y hechos que se creen verdaderos pero que todavía no han sido verificados. Neutral y objetivo. No hace interpretaciones ni da opiniones.

SOMBRERO ROJO:

Un modo conveniente para entrar y salir del modo emocional y de explorar los sentimientos de los demás. Nunca se debe intentar justificar los sentimientos o basarlos en la lógica. Si de alguna manera indicas que te has puesto el «sombrero negro» imdicas que eres capaz de ponerte el amarillo también.

SOMBRERO NEGRO:

Intento objetivo de poner en el mapa los elementos negativos. Confronta una idea con la experiencia pasada y también la proyecta en el futuro. Puede hacer preguntas negativas. No se ocupa de la euforia positiva (sombrero rojo) ni tampoco directamente de la creación de ideas nuevas (sombrero verde).

SOMBRERO AMARILLO:

Intento objetivo de poner en el mapa los elementos positivos de una idea de forma fundada. Va desde el aspecto lógico práctico hasta los sueños, visiones y esperanzas. Es constructivo y generativo y se ocupa de hacer que las cosas ocurran.

SOMBRERO VERDE:

La búsqueda de alternativas es un aspecto fundamental; hace falta ir más allá de lo conocido, lo obvio y lo satisfactorio. El lenguaje del movimiento reemplaza al juicio: Se procura avanzar desde una idea para alcanzar a base de explorar nuevas alternativas en las que la provocación es lo que importa.

SOMBRERO AZUL: Define los temas a los que debe dirigirse el pensamiento y determina las tareas de pensamiento que se van a desarrollar. Es responsable de la síntesis, la visión global y las conclusiones. Aún cuando se asigne a una persona el rol de sombrero azul, este está abierto a cualquier persona que desee ponérselo.

El método es simple . Basta utilizar los seis sombreros imaginarios, cada uno de un color diferente. ón pueden usar un sombreros de un color concreto durante un tiempo en un momento determinado.

Los sombreros involucran  a los participantes en una especie de juego de rol mental. El método puede parecer extremadamente simple e incluso infantil – pero funciona.

He aquí algunos beneficios del método de los Seis Sombreros:

  • Permite la expresión legítima de sentimientos e intuiciones en una reunión sin justificaciones ni disculpas. «Esto es lo que siento».
  • Proporciona una manera simple y directa de conmutar el pensamiento sin ofender. «¿Qué tal un poco de pensamiento de sombrero amarillo sobre este punto?»
  • Requiere que todos los pensadores sean capaces de utilizar cada uno de los sombreros en vez de quedarse cerrados en sólo un tipo de pensamiento.
  • Separa el ego del rendimiento en el pensar. Libera las mentes capaces para poder examinar un tema más completamente.
  • Proporciona un método práctico de pensar para utilizar diferentes aspectos del pensamiento en la mejor secuencia posible.
  • Se escapa de los argumentos en pro y en contra y permite a los participantes colaborar en una exploración constructiva.
  • Hace las reuniones mucho más productivas.

 

Los sombreros son más efectivos usados a ratos  – utilizando un sombrero en cada momento para obtener un determinado tipo de pensamiento. Cuando es necesario explorar un tema completamente y de manera efectiva, se puede crear una secuencia de sombreros y después usarlos cada uno por turnos: «Sugiero que empecemos con el blanco y después cambiemos al verde y …» El sombrero azul se utiliza para componer estas secuencias, para comentar sobre el tipo de pensamiento que se está produciendo, para resumir lo que se ha pensado y llegar a conclusiones.

Los Seis Sombreros  se pueden usar individualmente, en reuniones, para escribir informes y en numerosas circunstancias.

Fuente:  Extracto de BONO, E. de. 1986 Seis sombreros para pensar.

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